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Combatir los dolores musculares

Cuida tu Salud
Tiempo de lectura: 5 min

En muchas ocasiones sentir dolor muscular es difícil de evitar. Normalmente el dolor es temporal y está causado por un uso excesivo o mal uso de nuestros músculos.

El cuerpo humano es fascinante, se compone por 206 huesos y alrededor de unos 640 músculos que componen una verdadera obra de arte. Centrándonos en los músculos, podemos diferenciar 3 tipos:

Músculos esqueléticos: también llamados voluntarios o estriados con aquellos que podemos controlar de forma consciente. Estos músculos los podemos encontrar sobre todo en la cara y las fibras musculares que mueven todos los huesos del cuerpo. Son los que nos pueden producir una lesión con mayor facilidad.

Músculos viscerales: también conocidos como músculos lisos, están controlados por el sistema nervioso autónomo y no podemos controlarlos de forma consciente. Se encargan de mover los distintos órganos internos como el tracto intestinal y las glándulas secretoras.

Músculos cardíacos: son los músculos que componen el corazón. Al igual que los músculos viscerales, el tejido muscular cardíaco también es controlado de forma involuntaria.

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Síntomas del dolor muscular

En muchas ocasiones sentir dolor muscular es difícil de evitar. Normalmente el dolor es temporal y está causado por un uso excesivo o mal uso de nuestros músculos. En ocasiones el dolor muscular puede venir acompañado de problemas en los tendones o ligamentos.

El dolor muscular afecta principalmente a los músculos de los brazos, las piernas, la espalda, los hombros, el abdomen y las caderas, aunque cualquier músculo del cuerpo puede verse afectado. Este dolor puede venir acompañado de otros síntomas:

  • Dificultad o dolor al realizar ciertos movimientos
  • Entumecimiento
  • Rigidez muscular
  • Debilidad
  • Hormigueos
  • Una sensación de ardor
  • Hinchazón

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Causas del dolor muscular

Las causas del dolor muscular pueden ser muchas y muy variadas. Y aunque la mayoría de las veces suele ser por una lesión o un esfuerzo excesivo del músculo pueden existir otros motivos. Veamos algunas de ellas:

  • Lesiones: utilizar demasiado un músculo o hacerlo de forma errónea puede provocar lesiones, traumatismos e incluso esguince. Por este motivo es muy importante calentar antes de cualquier ejercicio físico y después estirar..
  • Malas posturas: es importante corregir malas posturas para evitar posibles dolores musculares. Sentarse de forma correcta en la oficina o cuando nos tumbamos a descansar, es crucial tener siempre el cuello correctamente estirado y la espalda.
  • Estrés: momentos de mayor estrés, tensión y/o cansancio pueden provocar dolor en las articulaciones y en los músculos. Sobre todo, la espalda, hombros y cervicales.
  • Enfermedades: todas aquellas patologías que afectan al sistema nervioso, como esclerosos múltiple o párkinson. Aquellas personas que sufren de fibromialgias tienen dolores musculares muy agudos. Pero también es cierto que cuando estamos pasando una gripe los músculos se resienten.

 

Estiramientos

Claves para combatir el dolor muscular

Como ya hemos comentado, a veces el dolor muscular se hace casi inevitable, pero es cierto que debemos saber cómo tratarlo una vez comienza, para que no vaya a más.

En primer lugar, debemos analizar cuál es la causa del dolor muscular, porque es lo que va a determinar qué tratamiento es el más acertado.

Para evitar sentir dolor muscular tras realizar ejercicio físico es importante realizar estiramientos al terminar la rutina. Así se previene la rigidez muscular y se mejora la circulación sanguínea. Pero en ocasiones el dolor viene por una lesión realizando ejercicio físico, lo más recomendable es aplicar hielo durante las primeras 72 horas. El frío tiene propiedades analgésicas y calmantes que ayudarán a aliviar el dolor. Más tarde se puede pasar al calor, pero es importante que lo primero siempre sea frío. Un masaje en la zona dolorida puede también puede ser de ayuda. Cuando el dolor muscular persiste y no mejora, es necesario consultar al médico.

Relajarse y descansar es fundamental, sobre todo cuando los dolores están causados por estrés o cansancio. Reduciendo el estrés mental reducimos también la tensión corporal que puede agravar los dolores musculares. El dolor muscular nos suele avisar de que necesitamos una pausa, así que ¡date un respiro!