Descubre en este post los mejores consejos para adaptarte al horario de invierno
Como cada año, a finales de octubre toca cambiar la hora, en concreto en la madrugada del sábado 29 al 30 a las 3:00h retrasaremos una hora el reloj y volverán a ser las 2:00h. Por lo tanto, amanecerá antes, pero también anochecerá antes. El principal motivo del cambio de hora es poder ajustar el horario laboral a las horas de luz solar, y por lo tanto que se pueda reducir el consumo energético. Pero esto es algo que ha generado mucha polémica social.
Cuando atrasamos una hora al reloj, muchos piensan en tener una hora más de sueño, pero… ¿es fácil adaptar nuestra rutina a este cambio?
¿Cómo nos afecta el cambio de hora?
El ser humano es de costumbres y el cambio en nuestro horario afecta a nuestro ritmo de vida e incluso en ocasiones a nuestra salud. Según explican especialistas en Medicina Preventiva y Unidades del sueño , la mayoría de los trastornos en nuestro cuerpo tras el nuevo horario pueden superarse después de 3 ó 4 días, pero suele afectar más a niños y personas mayores.
No solo cambiamos la hora en el reloj de pulsera o en el móvil, sino que también tenemos que adaptar nuestro reloj interno a este cambio. Está comprobado que nuestro ritmo biológico se ve alterado y esto afecta a nuestro cuerpo.
La principal consecuencia del cambio de hora es sentirse más cansado. Esto se debe a que como oscurece antes, nuestro cuerpo empieza a segregar melatonina (la hormona del sueño) antes por lo que tenemos una sensación de cansancio y sueño cuando aún deberíamos estar activos y esto puede provocar trastornos en el sueño. También problemas de estómago, falta de concentración, dolor de cabeza o incluso el envejecimiento de la piel son otros efectos que pueden aparecer tras el nuevo horario.
Consejos para adaptarse al cambio de hora
Ante un cambio de horario que nos viene dado y que no podemos evitar, es bueno plantearse que es mejor prepararse, subirse a la ola y surfear para que no nos arrastre. Los siguientes consejos te pueden ayudar a surfear el cambio de horario:
- Establecer rutinas de sueño: no es necesario cambiar de forma brusca los hábitos del sueño, pero sí que es interesante intentar acostarse antes de forma paulatina y despertarse antes. Ir más con el horario del sol. Esto va a contribuir a tener un sueño más reparador y despertarse con más energía.
- Evitar las pantallas antes de dormir: está comprobado que un ambiente relajado en el dormitorio facilita el sueño. Por este motivo es importante evitar meterse en la cama con dispositivos o luces fuertes ya que pueden alterar nuestro cerebro, evitando que segreguemos melatonina y produciendo en ocasiones episodios de insomnio.
- Mantener horarios de comidas y cenas: puede ocurrir que cuando sea el momento de comer o cenar no tengamos apetito. Evitar cenas copiosas. Es importante que la cena sea la comida más ligera del día y al menos 2 horas antes de irse a dormir. Cenas muy abundantes pueden hacer que no se haga correctamente la digestión por la noche y dificultar el sueño profundo y reparador.
- Practicar algún deporte: mantener una rutina de ejercicio es fundamental para nuestra salud. Además, ayuda a relajarse y sentirse más cansado al final del día, por lo que puede ayudar a conciliar antes el sueño.
Ventajas de adelantar el reloj
Aunque puede parecer lo contrario, el nuevo horario de invierno lleva consigo varias ventajas. En primer lugar, nuestro cuerpo recibe menos horas de luz, lo que supone en una mayor segregación de melatonina y se traduce en un mejor descanso. Y a su vez, como amanece antes, facilita despertarse a horas más tempranas, levantar la persiana y ver el sol hace que nos despertemos de mejor humor.
Pero también supone un ahorro energético, ya que se realiza un mayor aprovechamiento de las horas de luz natural y la reducción de contaminación que genera el consumir energía.